Alojamiento

Este pájaro se siente tan feliz en una jaula como en una pajarera. Es un ave que se adapta bien a su hogar si es lo suficientemente espacioso. Se recomienda una jaula tipo cajón (jaula de criador), de unos 90 cm de largo por 45 de ancho y 45 de profundidad, para permitir que las aves realicen el suficiente ejercicio como para mantenerse sanas. Las jaulas tipo cajón son preferibles porque tienen todos sus lados protegidos menos el frontal, lo que da mayor seguridad al ave y además reduce el riesgo de que esta se vea sometida a corrientes.
La jaula debe de contar con tres perchas situada a la mitad de la altura de la jaula, una en el centro y las otras a los extremos. Como siempre es preferible que las perchas tengan un grosor variable para que el pájaro ejercite las patas. El número de bebederos y comederos tendrá que ser suficiente para que no haya peleas, aunque debido al carácter gregario de estas aves esto es infrecuente, y suele bastar con uno de cada. No hay que olvidar disponer un recipiente con cascajo, que es esencial para que las aves puedan triturar en sus mollejas las semillas de las que se alimentan. El suelo puede recubrirse con papel o una mezcla de arena y arena absorbente para gatos.


Podemos adornar la jaula con plantas en macetas (cuidado, que no sean venenosas) porque estas aves suelen respetar las plantas que coloquemos. Es recomendable que durante la noche las aves cuenten con una luz de baja intensidad que les proporcione la suficiente claridad como para que si se bajan de la percha o se asustan, vean hacia donde vuelan y no se produzcan accidentes desagradables. Es recomendable que la jaula cuente con una bandeja deslizante en el suelo para facilitar la limpieza.

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